miércoles, 28 de febrero de 2007

Pink Floyd - Goodbye Blue Sky

Siendo yo el individuo copietas y vulgar de este blog (mi señor Pantoja y su creatividad opacan cualquier vil copia que quiera yo instalar acá), les va uno de mis videos javoritos (¡gracias YouTube!). Casi olvido, en mi ataque de lambonería, mencionar el contexto histórico del video: The Wall, la película aquella medio operística con fondo pinkfloydiano, tiene su génesis en la Segunda Guerra Mundial. 'When the Tigers Broke Free' se refiere a la fallida acción de la playa de Anzio, en la desastrosa campaña italiana de 1943 y "Good Bye Blue Sky" se refiere a las sombrías horas del 'Blitz', cuando las principales ciudades de Inglaterra fueron bombardeadas por los alemanes entre 1940 y 1941 (luego, en 1944, Londres sería víctima de nuevo de las bombas V1 y V2 alemanas). Guernica fue el preludio, Inglaterra fue el intermedio y los brutales bombardeos sobre Alemania (Dresde) y Japón (Tokio, Hiroshima y Nagasaki) constituyeron el crepúsculo trágico de la fé en la innata bondad humana (todos quedaron odiando al pobre Rosseau) y el nacimiento del posmodernismo. De The Wall (1979), Pink Floyd y su desesperanzado Adiós Cielo Azul.

Magister dixit.

miércoles, 21 de febrero de 2007

El reloj


La persistencia de la memoria (Dalí 1931)

Emma vio el reloj de la pared y se preguntó que tenía dentro. Descolgó con cuidado el artefacto y lo puso sobre la mesa que había sido de su abuelo. Recordó al abuelo: Sus grandes gafas, sus grandes manos, su cabello negro, su inconmensurable tamaño; su manera de caminar deambulando en la biblioteca que había rescatado de las llamas el día en que Ezequiel de la Villota y Burbano había ingresado a su casa, la vieja casa que ocupaba una cuadra entera de la ciudad y que fue incendiada por una muchedumbre dominada por el falso clérigo que lo había acusado de ser masón (Nada más falso).

El reloj era antiguo, el péndulo se detuvo y su sonido también. Emma acarició la mesa y suspiró. Siguió recordando al abuelo: Cuando ella era niña solía sostenerla mientras alcanzaba un libro del tope del anaquel, luego la bajaba, la sentaba en sus piernas y leía un poco junto a ella. Recordó entonces la historia de la desnaturalizada madre que había asesinado a su hijo por no tener que darle de comer, aquella madre que lloró una laguna junto al cadáver, laguna de la que saltaron peces pidiendo a gritos ser comidos. Emma rió: Su hijo había rechazado el almuerzo porque no gustaba del pescado. Vio la gata amarilla reposando quieta en la ventana, parecía estar muerta.

Emma desbarató el reloj pieza por pieza, engrane por engrane, tornillo por tornillo, parte por parte. Retiró una pequeñísima tapa y encontró en el resquicio último del reloj a un pequeño ser formado por alambres de cobre y aros de plata. El ser levantó la cabeza: -¡Ah! Eras tú- dijo.. Emma inmóvil y aterrorizada vio como el ser tomó un diminuto martillo, golpeó un trozo de metal una y otra vez mientras el tiempo se chorreaba en el espacio nuevamente: La gata amarilla maulló, saltó y salió huyendo del cuarto.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Esther Kikushima


El nombre de Esther Kikushima llegó una tarde de viernes. Estaba sentado viendo la ventana y pensé: La ventana proyecta, las imágenes reales estan dentro del vidrio y no a un lado de este. El pensamiento no me condujo a conclusión alguna (Ahora que medito, la conclusión habría de justificar esa atípica sensación). En un instante estaba pensando en otra cosa: Llegué a creer que existe un número finito de melodías compuestas en un piano. Para tal fin consideré un lapso finito de dos minutos en los cuales una sola nota debería existir en intervalos de un segundo (cálculo fácil: 120 en total). Creí que la escala de notas era también finita y justo cuando trataba de precisar el número que me llevaría al cálculo buscado el nombre de Esther Kikushima irrumpió. Menciono esto porque esa tarde traté vanamente de hallar el esquema mental por el cual llegué a pensar en tal nombre.

Esas dos palabras se replicaron en mi cabeza de forma tal que pensé articular dentro de mi un idioma que sólo necesitaba de las sílabas que componen ese nombre. Llegó entonces la noche, Esther; llegó después el día, Kikushima, la tarde; otra vez la tarde y otra vez Esther Kikushima; suspiré.

Una mañana, justo después de despertar llegué a la idea de que un día lograría a través de una tarea artística no precisada, constituirme en alguien de elevado prestigio intelectual y que el nombre había irrumpido ese fatídico viernes en mis pensamientos de manera premonitoria: Esther Kikushima sería la viuda que se quedaría con los derechos de la autoría de mis obras. Si Maria Kodama (Viuda de Borges y de padre japonés) y Yoko Ono (Viuda de Lennon y flor de Japón) habían gozado de retribuciones económicas por sus matrimonios, ¿porqué no habría yo de padecer un mal igual con Esther Kikushima?. La idea me tranquilizó, hasta que el siguiente incidente rebajó a ridiculez la idea:

Ese día fui al baño, y mientras sembraba en el cráter solitario tomé el dentífrico y me puse a leer su etiqueta (Nada más oportuno y relajante): Monofluorofisfato de sodio 1.1%, sorbitol, carbonato de calcio, aroma… Elaborado por: Q.F. responsable: Esther Kikushima (Perú).

Quod scripsi, scripsi



Al fin encontrado....Kurt Cobain como escritor

Mezcladas dos sensaciones terribles: la emoción de leer las bambalinas creativas de un artista influyente (pero ya de tanto manoseo se va haciendo cansón, blando, vulgar......"hacer covers de Nirvana es lo peor que le puede pasar a una banda" decía mi hermano, el doctor Gómez, aunque él es fan de Hole...) y la tristeza del pobre de espíritu, del excesivamente precavido, del desconfiado de su talento, del envidioso irredimible: hay gente que no escribe mal, que es menor que uno....y que vive en la misma ciudad (la estulticia de la juventú antioqueña es una generalización pendeja)....Kurt Cobain como escritor, proveniente de la pluma de un estudiante de ingeniería de sistemas de Eafit que está redactando su primera novela. Interesante artículo. Check it out:

Vínculo

Magister dixit

Zapatero a tus zapatos....

Lo que puede suceder cuando un escritor malcriado (Nandito Vallejo: preciosas novelas, adormecedoras columnas) se mete en lo que no debe....acá la respuesta de la UNal, nuestra Madre Nutricia, contra el "Manualito de Imposturología Física" (afortunadamente le golpean a lo ñoño: la claridad de la sapiencia contra el atrevimiento oscuro de la ignorancia):


Magister dixit.

Las inteletualidades de William Ospina

Un señor que se sabe de memoria la poesía completa de Borges no es cualquier aparecido...y menos si ha escrito una novela ("Ursúa") alabada por ñoños del calado de Bernardito Hoyos y por viejos malcriados como Fernando Vallejo....una entrevistica con don Güilian Ospina....pa que nos la leamos:

Vínculo

Magister dixit

Banda sonora